lunes, 1 de septiembre de 2014

Una jaula más grande, ¿por qué no?

Nos hacen creer que tenemos libertad. Es cierto que no notamos la jaula en la que vivimos si no queremos volar alto, si nos resignamos a andar por el suelo, o como mucho a volar a una altura segura, no podemos apreciarlo.

Dentro de esta jaula nos encontramos nosotros, la clase obrera. Fuera, empresarios, políticos... burgueses en general. Cuando la jaula tiene un tamaño considerable se atreven a llamarnos clase media. Los de dentro, educador por los de fuera, con pocos medios de aprendizaje y unos medios de comunicación controlados, nos creemos sus palabras. Nos rendimos al sistema y "vivimos por encima de nuestras posibilidades". Bueno, eso es lo que pretenden que creamos, porque los de fuera nos succionan hasta la última gota de nuestro esfuerzo. Explotación lo llaman. Se esfuerzan en hacernos creer en los bancos, instituciones que sustentan la jaula y se nutren de ella. Pero cuando la jaula se hace más pequeña (las llamadas crisis), únicamente oprime a los de dentro, mientras los de fuera se ríen en nuestra cara pidiéndonos un pequeño sacrificio.

Ante esta situación, existen dos corrientes:

Una, la que pretende que la jaula recobre su tamaño original, y que unos pequeños soportes (reformas) los contengan por un tiempo. Creen que es la única opción posible de realizar. Unos pequeños soportes y la jaula se estará quieta, la clase media volverá a su lugar.

Pero... la jaula seguirá siendo una jaula. Esa jaula ha causado miles de muertes, directa o indirectamente. ¿La solución es sólo volver a colocarla? ¿Es creíble que nunca más volverá a hacerse más pequeña gracias a los nuevos soportes? ¿Y si para la próxima la jaula es tan pequeña que ya no hay sitio para soportes, y la única opción que tenemos es vivir de rodillas apresados por unas barras de metal?

La segunda vertiente es la que llaman utópica. ¿Es utópica por ser más difícil de conseguir no? Sí, para eso se necesita una mayoría. El problema es que el miedo no consigue que la mayoría se una. Porque al fin y al cabo, el dios dinero es el que nos guía, y nos olvidamos de que todos vivimos bajo los mismo barrotes. Algunas personas creen que los barrotes no las oprimen aún, y que por tanto esta causa no es la suya.

Pero, ¿y qué hacer con esas personas que quieren volar más alto? Pera ellas chocarse con la jaula no es una opción. La solución es simple, la destrucción de esa jaula , a la que llamamos capitalismo, la cual origina miles de muertes al año. Se necesita la conciencia común de dentro, para que los de fuera caminen a ras del suelo como nosotros.

Esa es la igualdad. Una jaula más grande. ¿Por qué no? Porque vivir de rodillas no está hecho para nosotros.